Lactancia materna y trabajo

 

Lactancia materna y reincorporación al trabajo

Una de las preocupaciones más habituales entre las madres lactantes es cómo gestionar la vuelta al trabajo con lactancia materna, pues, en el mejor de los casos, y habiendo podido disfrutar las 16 semanas de baja maternal, cuando llega el momento de volver a la vida laboral nuestro bebé todavía está tomando pecho.

La OMS recomienda la LME (lactancia materna exclusiva) durante los 6 primeros meses de vida, de modo que queda más que demostrado que el permiso de baja por maternidad, de 16 semanas de duración (4 meses) es insuficiente en nuestro país, dificultando la conciliación familiar y dejando de lado a la madre lactante y trabajadora.

Llegado este momento es cuando nos planteamos como continuar con lactancia materna y trabajo, qué malabares podemos hacer, o desgraciadamente, muchas madres lactantes optan por dejarlo. Otras veces, sabiendo que este momento llegará muchas veces ni se plantean amamantar a causa de la dificultad de compatibilidad de trabajo y lactancia materna.

A continuación, te dejo algunos consejos para que este momento no sea tan duro, o para que puedas empezar a organizar la vuelta al trabajo manteniendo la lactancia materna, pues este momento es uno de los momentos estrella donde más necesario se hace tener un extractor de leche o sacaleches.

Volver al trabajo tras la maternidad

La vuelta a la vida laboral tras haber sido madre puede ser complicado, después de haber pasado meses junto a tu bebé se plantea la obligación o la necesidad de separación para volver al mundo laboral.

La carga emocional de dejar a tu bebé, que consideramos todavía demasiado pequeño e inmaduro, se une a la necesidad de volver a la vida laboral y progresar profesionalmente y ganar dinero. En el caso de madres lactantes esto todavía se acentúa más.

¿Cómo compatibilizar lactancia materna y trabajo? ¿Cómo mantener la lactancia mientras trabajas? ¿Disminuirá la producción de leche si voy a trabajar? Pues bien, volver al trabajo tras la maternidad no tiene por qué ser el fin de la lactancia materna.

Con una buena planificación y organización podemos seguir amamantando a nuestro bebé y mantener la producción de leche mientras trabajamos.

De esta forma podrás asegurar que tu bebé sigue recibiendo leche materna mientras tu no estás a su lado y disfrutando de todas las propiedades protectoras y beneficios de la lactancia materna, y por otro lado seguir estimulando la producción de leche.

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Organización y previsión: Incorporación al trabajo con lactancia materna.

Lo primero que debes hacer es un plan de acción cuando se acerca el momento de la incorporación laboral. Debes tener claras las siguientes premisas para organizar la vuelta al trabajo con lactancia materna:

• ¿Cuántas horas vas a estar separada de tu bebé? Dependiendo de tu horario de jornada laboral, y de la distancia hasta tu puesto de trabajo, tendrás que prever cuántas tomas vas a tener que dejar preparadas para tu bebé y también cuantas veces vas a tener que vaciar tus pechos.
• ¿Quién se va a quedar a cargo del bebé? Posiblemente hayas podido arreglar el permiso de paternidad y maternidad para turnaros en el cuidado del bebé, o se pueda quedar a su cargo un familiar. O quizás van a cuidar del lactante en una escuela infantil.
• Cercanía de tu puesto de trabajo y pausas que puedes hacer. Esto es importante dado que en algunos casos, sobre todo cuando se trata de trabajadoras autónomas, el puesto de trabajo cercano al domicilio donde vive el bebé permite que su cuidador lo acerque y así amamantar directamente al bebé. Por otro lado, las pausas disponibles (y el espacio) es importante para la madre ya que va a necesitar extraer leche materna en el trabajo y conservarla.

Extracción y conservación de leche materna y trabajo

La solución a este problema, aunque hay que individualizar cada caso, pasa por extraer leche materna y conservarla para que la persona cuidadora del bebé se la ofrezca mientras tu no estás a su lado. Para ello resulta imprescindible un sacaleches, a poder ser eléctrico, que nos ayude en esta tarea.

Lo ideal es empezar a hacer un pequeño banco de leche en casa mediante el almacenamiento y conservación de leche materna un par de semanas antes de empezar a trabajar. De manera que cuando llegue el momento tengamos a disposición de nuestro bebé leche materna almacenada en la nevera o congelador de la que pueda disponer.

No solo es importante dejar leche materna para el bebé, sino también mantener la producción láctea en la madre lactante trabajadora. Cuando estás en casa, el bebé pide pecho cada pocas horas, eso mantiene y aumenta la producción de leche, a la vez que alivia la congestión mamaria y mantiene un equilibrio entre los pechos llenos y el vaciado cada pocas horas.

Cuando vas a pasar 8 horas (o más) alejada de tu bebé, sentirás la necesidad de drenar y vaciar los pechos, cosa que es importante que hagas para evitar molestias o posibles mastitis, además esto mantendrá elevada la producción y te permitirá obtener cantidades de leche materna para almacenar.

Usar el sacaleches en el trabajo

Llegado a este punto queda clarísima la necesidad de tener un sacaleches que puedas llevarte a tu lugar de trabajo, que sea práctico y poco aparatoso. Un sacaleches portátil que puedas utilizar de forma discreta y sobre todo que sea rápido y eficaz, ya que el tiempo de descanso será limitado.

En este caso te recomendaría un sacaleches eléctrico simple que te permitirá realizar la extracción de forma rápida y eficaz sin complicarte. También que sigas los siguientes consejos:

• Busca un lugar tranquilo donde puedas extraer leche sin presión y vacía tus pechos.
• Conserva rápidamente la leche obtenida para que mantenga sus cualidades.
• En caso de disponer de nevera en el trabajo puedes guardarla allí, en envases bien cerrados y herméticos.
• Si no dispones de una nevera no te preocupes, la leche materna extraída aguanta perfectamente unas horas en una neverita tipo camping con frigolines dentro. Y cuando llegues a casa métela rápidamente en la nevera.

¿Quién cuida del bebé? Lactancia materna diferida

El acto de alimentar al bebé con leche materna sin estar la madre presente, o sin que este acto de haga directamente del pecho se llama lactancia materna diferida. Esto es lo que va a ocurrir cuando estés trabajando y la persona cuidadora le dé el alimento a tu hijo o hija.

La leche materna conservada que has dejado previamente en la nevera será la destinada a las tomas del bebé en tu ausencia. En caso de que la persona a cargo sea un familiar no tendrás problema, deja buena cantidad de leche e instrucciones claras para que lo alimenten.

Si por el contrario dejas a tu bebé en una guardería o escuela infantil, elige una que no tenga inconveniente en dar a tu bebé leche materna extraída y en que le des el pecho cuando vayas a dejarlo y recogerlo.

Infórmate muy bien de esto antes de matricularlo y establece tus necesidades y requisitos claramente. Asegúrate de saber cómo guardarán tu leche materna y de aportar un adecuado suministro cada día y las instrucciones necesarias.

¿Cuánta leche conservar?

Después de estar amamantando y no pensar en cantidades ni mililitros, dando lactancia materna a demanda, se plantea el problema de ¿Cuánta leche materna conservar? ¿Cuánta leche conservar en cada recipiente? ¿Cuántos mililitros de leche materna debo ofrecerle a mi bebé? ¿Saco suficiente leche con sacaleches?

Pues bien, piensa que aunque vayas a ofrecerle la leche en un biberón, sigue siendo leche materna, y no de fórmula, con lo que debe seguir siendo a demanda.

Piensa que cuando prepares un biberón de leche materna extraída y lo calientes, y se lo ofrezcas a tu bebé, la leche que no tome debe ser desechada, no podemos guardarla de nuevo. Lo mismo ocurre en el caso de leche materna descongelada, una vez preparada, la sobrante hay que desecharla.

Por lo tanto, te recomiendo que al principio conserves cantidades más pequeñas de leche, y añadas más en el caso de que tu bebé pida. Por ejemplo 120ml y tener guardados recipientes con 60ml en el caso de que se quede con hambre.

Cuando pase una semana alimentando a tu bebé de esta forma, la persona cuidadora te podrá decir cuánto suele tomar para que ajustes la forma de conservar o congelar los recipientes con leche materna.